Señorita, señorita:
es usted tan hechicera,
tan graciosa y sandunguera
tan bonita.
Tanto á mi gusto se aviene
que desde que yo la ví
dige: que hermosa, esa á mi
me conviene.
Es tanto lo que la quiero,
que sí usted con malas trazas
me suelta unas calabazas,
yo me muero.
Yo soy un pobre estudiante,
que no tiene ni un doblón,
pero en cuanto a corazón
sí, bastante.
Como todos los poetas
me mantengo de quintillas,
sonetos y seguidillas
y cuartetas.
Vivo con un compañero
que hacerme caricias suele
pero ¡por Dios! no se cele,
no le quiero.
¡Mi patrona!...es imposible
mirarla por horrorosa,
es muy vieja, ya achacosa
é inservible.
Solo para usté es mi amor
que aunque soy un poco niño
ya sé lo que es el cariño
superior.
Mi retrato, mi retrato
ahí se lo describo á usté
con el objeto de que
se ria un rato.
Si usted quiere empiezo ya:
no soy alto ni delgado,
pálido ni colorado
ni chicha ni limoná.
No es mi genio muy apático
ni colérico ni vivo,
tampoco soy repulsivo
ni simpático.
Haga usted caso de mí,
ya sabe usted quien soy yó,
no me diga usted que nó,
solo un sí.
Haría mi felicidá
y la dicha más completa
de este mísero poeta
labrará.
Tan solo cifro mi vida
en quererla, en adorarla,
si no me ama puedo darla
por perdida.
Señorita. señorita:
por su cara retrechera,
bella, hermosa, sandunguera,
rebonita.
Por Dios hermosa, respete
amor que por vos sentí,
y concédame usté un sí,
sin falsete.
es usted tan hechicera,
tan graciosa y sandunguera
tan bonita.
Tanto á mi gusto se aviene
que desde que yo la ví
dige: que hermosa, esa á mi
me conviene.
Es tanto lo que la quiero,
que sí usted con malas trazas
me suelta unas calabazas,
yo me muero.
Yo soy un pobre estudiante,
que no tiene ni un doblón,
pero en cuanto a corazón
sí, bastante.
Como todos los poetas
me mantengo de quintillas,
sonetos y seguidillas
y cuartetas.
Vivo con un compañero
que hacerme caricias suele
pero ¡por Dios! no se cele,
no le quiero.
¡Mi patrona!...es imposible
mirarla por horrorosa,
es muy vieja, ya achacosa
é inservible.
Solo para usté es mi amor
que aunque soy un poco niño
ya sé lo que es el cariño
superior.
Mi retrato, mi retrato
ahí se lo describo á usté
con el objeto de que
se ria un rato.
Si usted quiere empiezo ya:
no soy alto ni delgado,
pálido ni colorado
ni chicha ni limoná.
No es mi genio muy apático
ni colérico ni vivo,
tampoco soy repulsivo
ni simpático.
Haga usted caso de mí,
ya sabe usted quien soy yó,
no me diga usted que nó,
solo un sí.
Haría mi felicidá
y la dicha más completa
de este mísero poeta
labrará.
Tan solo cifro mi vida
en quererla, en adorarla,
si no me ama puedo darla
por perdida.
Señorita. señorita:
por su cara retrechera,
bella, hermosa, sandunguera,
rebonita.
Por Dios hermosa, respete
amor que por vos sentí,
y concédame usté un sí,
sin falsete.
RECOPILACIÓN: ( BRUMA )