domingo, 5 de septiembre de 2010

ADELA Y JUAN


DEL CANCIONERO
POPULAR 
Un chico cortejano
con una chica (bis)
de edad de quince años
que se querían (bis).

Ella le quiere
y ella le ama
y ella lo lleva
pronto a su casa (bis).

Un día al salir de casa
fue a pasear (bis)
el chico estaba triste
no quiere hablar (bis).
Y ella le dice:

-Juan que te pasa si no me quieres
pues me lo dices (bis).
Yo ya a ti no te quiero
que quiero a otra (bis)
que mi s ojos han visto
la más hermosa (bis).

La pobre Adela
al suelo cayó
le dio un ataque al corazón (bis).
Todas las mis amigas
vienen a verme (bis).
todas menos Dolores
que es la contraria
de mis amores.

Yo la perdono
dígale madre,
que si Juan la quiere
ella no es culpable (bis)
Madre de madrugada
aullan los perros
a nuestras puertas
madre de madrugada
ya estaré muerta (bis).

No hija, no
no son los perros
que lo que suena
no es más que el viento (bis).
Al día siguiente
se oyen campanas (bis)
Juan pregunta a Dolores
por quien doblaban (bis).

Pasó el entierro
se arrodilló
ante el retrato
que ella le dio.
A los poco minutos
se escucha un tiro (bis)
y una voz que decía:
-me voy contigo (bis).

Me voy contigo
y para siempre
pues no creía
que por mi olvido
fuera tu muerte (bis).
RECOPILACIÓN: ( RUMA )

PARIS Y HELENA DE TROYA

DEL
ROMANCERO POPULAR
Estando la reina Elena --en su bastidor bordando,
agujica de oro en mano,
--un pendón de amor labrando:
Dios guarde a la reina Elena,
Dios la ponga en alto estado.
¿Quién es ese caballero --tan cortés y bien hablado?
-París soy, la mi señora,
--París, vuestro enamorado.
Por vuestro cuerpo, París, --¿qué oficios tenéis en mano?
-Mercader soy, mi señora,
--y por la mar gran corsario;
tres navíos tengo al puerto,
--de oro y almizcle cargados.
En el más chiquito de ellos --tengo yo un rico manzano,
que echa manzanitas de oro
--en invierno y en verano.
-Si tal es verdad, París, --razón es de ir a mirarlo.-
Con ciento de sus doncellas,
--reina Elena se ha embarcado.
-¿A dó el manzano, París, --dónde está el rico manzano?
-Yo lo soy, la reina Elena,
--yo soy el rico manzano,
que echo manzanas de amores
--en invierno y en verano;
las manzanas son los hijos
que vais a parir cada año.
¡Iza vela, marinero, --está la presa en la mano!
-¡Échame en tierra, París,
--París, el descomulgado!
-No lloréis, la reina Elena,
--ni hagáis llanto tan sonado,
que la ciudad ya se aleja,
--el aire me está ayudando.
RECOPILACIÓN: ( BRUMA )